Total News, Argentina 26/08/2007
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El abogado canadiense David Matas llegó ayer a Buenos Aires para exponer su investigación sobre la sustracción masiva de órganos a cientos de miles de practicantes de Falun Gong detenidos ilegalmente. Dará hoy una conferencia abierta.La Gran Época-TNA
BUENOS AIRES -El Dr. David Matas, galardonado el pasado 13 de agosto por la Comisión Internacional de Juristas (ICJ) con el Premio Tarnopolsky de Derechos Humanos, arribó ayer a Buenos Aires para exponer la realidad de la utilización de cientos de miles de practicantes de Falun Gong detenidos ilegalmente en campos de concentración, prisiones y campos de trabajo forzado por toda China, como un “banco de órganos vivos” para trasplantes. El Dr. Matas dio una conferencia de prensa en el Café tortoni y dará hoy una conferencia gratuita abierta al público a las 19 hs en el Columbia Palace Hotel, cito en Av. Corrientes 1537.
En la conferencia de prensa, Matas presentó el informe de investigación que realizó junto que ex Secretario de Estado y Parlamentario de Canadá, David Kilgour, titulado “Cosecha sangrienta”. Según el abogado, esta actualización “cuenta con treinta y tres elementos probatorios”, quince más que el primer informe.
Matas, quien, entre otros importantes cargos, fue Delegado de Canadá para la Asamblea General de Naciones Unidas, explicó que la persecución a Falun Gong en China “es un hecho”, pues está “bien documentada”. Aclaró asimismo que en China “además se persigue a cristianos, tibetanos, uhigures, activistas pro democracia” y otros, pero que “el objetivo principal de persecución son los practicantes de Falun Gong”.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina tradicional china que contiene ejercicios físicos suaves que trabajan con la circulación de la energía, meditación y enseñanzas para el mejoramiento personal basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. Al principio, desde 1992, se difundió libremente e incluso con apoyo del gobierno chino. Pero en 1999, cuando cifras oficiales mostraron, en palabras de Matas, que “el número de practicantes de Falun Dafa superó al número de miembros del Partido”, fue prohibido y comenzó una brutal persecución contra ellos, que incluye cientos de miles de detenciones, torturas y más de tres mil muertes documentadas, considerándose que las cifras reales son mucho mayores.
“En base a los informes publicados por los relatores de Naciones Unidas, dos tercios de las víctimas de tortura en China serían practicantes de Falun Gong…De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, el cincuenta por ciento de los detenidos en China son practicantes de Falun Gong”, explicó el abogado.
Según Matas, un alto porcentaje de estos detenidos se niegan a identificarse para proteger a sus familias. Estos “no identificados” son los que desaparecen y pasan a conformar un banco de órganos para trasplantes.
Entre los treinta y tres elementos probatorios del informe, Matas mencionó llamados telefónicos encubiertos a hospitales y centros de trasplante realizados por investigadores -cuyas grabaciones “están disponibles para ser verificadas”-, en los cuales los médicos admiten la utilización de órganos de practicantes de Falun Gong detenidos; testimonios; información oficial del gobierno chino; ofertas de trasplantes a extranjeros en páginas web de centros de trasplantes, con tiempos de espera para órganos de apenas unos días; y análisis de sangre especiales a los detenidos de Falun Gong.
Según Matas, China no cuenta con un sistema desarrollado de donación de órganos. “Antes de la persecución a Falun Gong, la mayoría de los órganos provenía de los prisioneros con sentencia de muerte. Un promedio de 1.600 ejecuciones anuales, proveían cerca de 2.000 órganos en ese período”.
Hoy, se calcula que “ocho mil órganos provienen anualmente de los practicantes de Falun Gong”.
Para Matas, “éste es un negocio internacional”, donde “el abastecimiento está en China, pero la demanda está en el exterior”. “Cuando los pacientes viajan a China, se mata a los practicantes de Falun Gong cautivos por sus órganos y luego se creman los cuerpos”.
“En países con sistemas desarrollados de donación de órganos, los pacientes deben esperar por los órganos. En China, en cambio, los ‘donantes’ esperan a los pacientes”, dijo Matas.
Al respecto, el abogado explicó que uno de los objetivos que se buscan al dar a conocer su informe es justamente “impactar sobre la demanda”.
Matas contó que él y el Dr. Kilgour han viajado ya por treinta y cinco países alrededor del mundo para exponer sus conclusiones. La visita a Argentina es parte de una gira que ya pasó por Perú y Chile y continuará en Uruguay y México. Su agenda en estos países incluye reuniones con directivos de instituciones de trasplantes y comisiones de bioética, altos funcionarios, legisladores y representantes de organizaciones de derechos humanos.
Entre las repercusiones del informe en el mundo, Matas mencionó una resolución del Parlamento Europeo expresando su preocupación por este tema; alegatos del Relator Especial de Naciones Unidas para la Tortura enviados oficialmente al gobierno chino en busca de respuesta; cancelación de los subsidios para quienes se realizan trasplantes en China por parte del gobierno de Israel; un proyecto de ley en Bélgica; el éxito de la erradicación del “turismo de trasplante” hacia China en Australia y otros países: medidas del gobierno taiwanés para instruir a los médicos en cuanto a recomendar a los pacientes no trasplantarse en China; audiencias y trabajos legislativos en Irlanda, Noruega y Estados Unidos.
Matas explicó que la presión internacional ya ha tenido el efecto de disminuir los trasplantes en China –consecuentes de la sustracción forzada de órganos-, pero que no se ha eliminado este problema.
Uno de los problemas, según Matas, es que el Gobierno Chino, a pesar de haber introducido nuevas leyes prohibiendo la venta de órganos para los trasplantes, no lo reconoce. “El gobierno chino siempre ha negado estos alegatos calificándolos como ‘rumores’, pero éstos definitivamente no son rumores”. En este sentido, Matas afirma que desde que se publicó este informe, las otras tres investigaciones independientes que se realizaron llegaron a las mismas conclusiones, de las cuales mencionó la efectuada por la Universidad de Minesota en EE.UU. y una de un renombrado cirujano en Gran Bretaña.
Finalmente, Matas explicó que se busca que, debido a esto, “China sea expulsada de la Organización Mundial de la Salud, como ocurrió con Rusia debido al uso de las instalaciones psiquiátricas” para la represión y tortura de víctimas. La diferencia, según Matas es que “incluso ahí no se asesinaba; esto es aún más grave”.